Puestos de garnachas virales de la CDMX ¿valen la pena?

Por: Valeria Bocanegra

A unos pasos de la entrada del metro o Metrobús, cerca de un hospital, afuera de una iglesia o una tienda siempre encontraremos un puesto de garnachas o comida callejera en la Ciudad de México. Y de variedad ni se diga: gorditas, tortas de chilaquiles, huaraches, esquites, lo que se les antoje. Algunos de ellos, por el tamaño, calidad o precio, se han vuelto virales y muy conocidos entre los capitalinos por lo que normalmente tienen mucha gente, pero ¿realmente valen la pena? Hoy me di a la tarea de investigar los puestos de garnachas virales de la CDMX para compartirles si merecen el tiempo de espera en la fila.

La Esquina del Chilaquil

Desde hace veinte años, la esquina de Alfonso Reyes y Tamaulipas se llena de gente para comprar una torta de chilaquiles. Empezó como un puesto pequeño y ahora hay más de quince personas trabajando para atender los pedidos de familias y oficinistas que no se resisten a la tentación de este manjar.

Además de la torta de chilaquiles clásica con pollo, la estrella de este lugar lleva pechuga empanizada, una mezcla de sabores por las que se han ganado el paladar de los capitalinos. También tienen otras versiones más creativas, como la torta de chilaquiles con cochinita pibil y chile habanero, y opciones vegetarianas, sólo con crema y queso. Todas las tortas están muy bien servidas para no quedarse con hambre. 

A pesar de la fila, los atienden relativamente rápido. Sin embargo, si son de aquellos que prefieren no salir de su casa, cuentan también con la opción de pedir a domicilio por medio de diferentes aplicaciones, así que podrían esperar en pijama o en su trabajo mientras llega el desayuno.

Este puesto es un clásico ya de la Ciudad de México y vale probarlo al menos una vez en la vida. Si son de los aventureros que disfrutan los cambios, la torta de chilaquil con milanesa es imperdible. En cambio, si prefieres algo más clásico como los chilaquiles con pollo, no vale la pena esperar tanto. 

Se encuentra en la esquina de Tamaulipas y Alfonso Reyes, en la Cuauhtémoc. La estación de metro más cercana es Patriotismo y abren todos los días de 8:00am a 1:00pm.

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Guajolotongos de Holbein

Los capitalinos no se cansan de las mezclas innovadoras en la comida callejera y ésta no es la excepción. A Don Ángel se le ocurrió la ingeniosa idea de juntar los dos desayunos típicos de un chilango: la guajolota y la torta de chilaquil. Así nació el guajolotongo o la guachilotorta, un platillo gigante y muy bien servido que pueden probar por sólo $55. Si son de los que no comen tanto, quizás lo mejor sea compartir esta garnacha deliciosa con alguien más porque la porción es muy abundante.

Pese a que se volvieron virales en las redes sociales, todavía se pueden comprar sin hacer fila. La salsa roja de los chilaquiles está en su punto de picor. Vale la pena si tienen mucha hambre o si no pueden decidirse entre una guajolota o una torta de chilaquil porque este combo es la opción perfecta, pero si no comen tanto, tal vez no sea el mejor desayuno.

Está ubicado en la esquina de Patriotismo y Holbein. El metro más cercano es San Antonio. Abren todos los días de 7:00am a 12:00pm. 

Machetes Amparito

Desde hace más de cincuenta años, la colonia Guerrero ha sido la casa de uno de los negocios más conocidos en la ciudad de México: los Machetes Amparitos. Este local sirve machetes, que es una quesadilla gigante, y tiene diferentes guisados para rellenarlo: huitlacoche, chicharrón prensado, costilla, entre otros.

Los machetes ya no están tan ricos como antes pues algunos guisados están demasiado salados y, pese a que no deben esperar de pie en una fila, el tiempo de espera en el restaurante puede ser de más de 40 minutos. Cada machete cuesta entre $80 y $110, pero se necesitan dos para quedar satisfechos.

Los recomiendo si están cerca de la zona, pero si no, no vale la pena visitarlos.

Están ubicados en la calle Héroes cerca de la estación del metro Guerrero. Abren de lunes a sábado de 8:00am a 6:00pm y los domingos de 8:00am a 3:30pm.

Esquites Don Josué

Afuera de una estación de Metrobús y una tienda, se encuentran los conocidos esquites de don Josué que ha transformado esta tradicional garnacha agregándole nuevos ingredientes. Pese a que los esquites más conocidos son los de tuétano, tienen otras opciones que van cambiando a lo largo de la semana, como esquites con camarones, tocino, suadero, costilla y muchos más. La opción de tuétano siempre está, pero las otras opciones van cambiando según el día de la semana. 

Los esquites valen de $50 a $70 pesos, pero están muy bien servidos y valen la pena si quieren probar nuevos sabores de esquites más allá de los tradicionales. Además, también venden elotes y aguas frescas. Si quieren probar todas las opciones, les recomendamos no llegar muy tarde porque se acaban.

Se encuentran en Xola y Eje Central. La estación de Metrobús más cercana es Centro SCOP. Abren todos los días de 6:00pm. a 11:00pm.

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Huaraches El Güero

Si tienen un antojo de garnachas por la noche, no se pueden perder este lugar. Frente a la Torre Pemex, se encuentra el puesto de garnachas El Güero. Aunque venden más cosas como tacos, quesadillas y gorditas, su platillo estrella son los huaraches. Los huaraches vienen rellenos de frijol y pueden pedirlo frito o asado y con dos salsas. Además, les pueden agregar el guisado que prefieran.

Los huaraches son enormes y, aunque son un poco caros, pueden compartirlo con alguien más. Vale la pena probar la salsa de pastor por su sabor picante que combina a la perfección con el huarache.

Se encuentran en Lago Bolsena 173, frente a la Torre de Pemex. Las estaciones de metro más cercanas son Cuitláhuac de la línea 2 o Polanco de la línea 7. Abren todos los días de 5:00pm a 1:00am.

Conclusión

Con tantos puestos de garnachas en toda la ciudad, los vendedores buscan una ventaja, algo que los haga destacar frente a los demás o que ofrezca un cambio innovador. Todos estos puestos se han vuelto virales por transformar las garnachas tradicionales o por dar porciones generosas. Si son de los que les gusta probar cosas nuevas, vale la pena probar algunas de estas propuestas, pero si prefieren lo más tradicional, no gasten su tiempo en hacer filas inmensas y mejor vayan a buscar otros puestos de garnachas menos populares, pero igual de deliciosos.